La práctica del Squash en el famoso Titanic
Hace poco más de un siglo ocurrió una de las historias más conmovedoras pertenecientes a la historia del squash.
El Titanic, un barco de 900 pies de largo, ofrecía muchas comodidades para sus pasajeros: una piscina para nadar, un gimnasio, un salón de baños turco, bicicletas mecánicas para ejercitarse. En la cubierta media y en la cubierta baja, cercana a la sala de calderas y adyacente a la oficina de correos, se encontraba una cancha de squash.
Se le llamaba "Cancha para el uso de Raquetas de Squash", y se ofrecía en las notas y promociones del Titanic, "es un servicio proporcionado en la cubierta del nivel F y está a cargo de un jugador profesional de squash. Los boletos están disponibles a la venta para su uso y pueden obtenerse en la Oficina de Peticiones a un costo de 50 centavos(15 dólares actuales) por cada media hora de juego y los servicios ofrecidos incluyen la asistencia personal de un jugador profesional de Squash si usted así lo requiere. Las pelotas especiales pueden ser obtenidas con el profesional a cargo quien cuenta con la autorización para venderlas y así también puede vender las raquetas. La cancha puede ser reservada con el profesional a cargo y puede ser ocupada durante el máximo tiempo de una hora, esto, en caso de que otros jugadores quieran ocupar el recinto deportivo y estén a la espera".
Cerca de una docena de viajeros a bordo podían tomar asiento para observar, como espectadores, los partidos dentro de la cubierta del nivel F en donde el salón de squash contaba con una antiestética red metálica que los protegía de los pelotazos errantes. Los muros de la cancha estaban hechos de acero, pintados de color gris y el piso estaba conformado por duela de madera.
El profesional a bordo era Fred Wright, nacido en Great Billing, una villa de East Midlands en el Reino Unido. Wright contaba con 24 años de edad, era soltero y se encontraba viviendo en la zona de Shepard's Bush en Londres. No se cuentan con registros acerca de su experiencia profesional anterior dentro de las canchas de squash(en esa época el juego era relativamente joven y existían pocos jugadores de squash profesionales en el mundo) y ya en el Titanic, parte de sus ingresos dependían de las propinas del público usuario.
Un oficial americano a bordo del Titanic, el Coronel Archibald Gracie IV, escribió en sus memorias de 1912, llamadas: La verdad con respecto al Titanic, una pequeña nota acerca de su práctica de squash con Wright. En pleno sábado, Gracie tomaría una práctica profesional de squash con Wright y ya hacia el domingo estaría presente en el desayuno, esto sería hacia el 14 de abril.
Esa tarde en la que el insumergible Titanic golpearía a un iceberg, el agua de mar entraría al cuarto de calderas N. 6, el cuarto más cercano a la cancha de squash. Para la media noche la cancha de squash se encontraría inundada y la mayoría de pasajeros vivían una historia de horror enmedio del océano. Y entonces, en las cubiertas superiores, Gracie se encontraría con Wright y ambos subirían a los botes salvavidas. Gracie escribiría una nota un tanto graciosa en sus memorias con respecto a su paso por la cubierta N. 7 al día siguiente:
Gracie(Coronel americano): "¿Sería mejor que canceláramos nuestro partido de mañana?"
Wright(Profesional de Squash): "Creo que sería lo mejor".
Wright se iría abajo con el barco. Su cuerpo jamás sería encontrado. Y posiblemente fue el jugador profesional de squash con la historia más corta de nuestro deporte el: Squash.